Es difícil hacer una valoración de los resultados a una década y media de trabajo, quizá resulte limitado decir que es el único medio especializado en seguir una agenda comunitaria de experiencias que buscan transformar las economías y la sociedad desde abajo. Si es verdad lo que varios de nuestros lectores y fuentes dicen, acerca de que La Coperacha es un referente en los medios de comunicación alternativos, o si por el contrario sólo fuera una maltrecha agencia con tres tristes lectores, sépase que el sentir de orgullo, es el mismo de siempre.
El haber logrado un método de trabajo y por tanto un periodismo con una genuina intención de hacer las cosas de otro modo, pues parte de querer entender y recuperar el interés de sus aliados, con quienes se tiene la convicción de que el mentado cambio social y político, se logra con el trabajo colectivo, donde no se puede conceder ni el poder, ni la energía, ni el humor. Aunque esto signifique nadar contra corriente. Es esa la fórmula secreta de La Coperacha. Desde ahora ya ni tan secreta.